De nacionalidad dominicana, Magíster en Gestión de Empresas concentración Estrategia, egresada de la Pontificia Universidad Catolica Madre y Maestra, fundadora y CEO de Viviendo Hablando, consultora de negocios y finanzas, enfoco mi trabajo hacia el desarrollo humano y profesional, especialmente de las mujeres, a través del cultivo de la consciencia.
¿Cuéntanos cómo comenzaste en el mundo del emprendimiento?
Mi primer emprendimiento ha sido cuando tenía 7 años y desde ahí, he tenido varias pruebas unas con mayores aprendizajes que otras. En mi emprendimiento actual comencé en 2012 solo a compartir en el blog lo que vivía y aprendía en el camino, lo hacía paralelamente a mi empleo.
No fue hasta el 2018 que decidí reinventarme desde el corazón y le di un giro al blog para convertirlo, en lo que es hoy, un emprendimiento de consultoría de negocios que acompaña a otras mujeres a simplificar el camino, amplificar la estrategia y conseguir mejores clientes.
¿Cuál es la lección más importante que has aprendido como emprendedora?
Pensar y operar a largo plazo, tener visión del futuro y ejecutar en el “aquí y ahora” cada día. Hoy día todo es instantáneo y nada que valga la pena, se construye de la noche a la mañana. En Silicon Valley comparten mucho una frase que dice: “un éxito de la noche a la mañana toma 7 años”.
¿Cuáles crees que son algunas de las fortalezas de nuestra cultura hispana?
No tenemos miedo al trabajo, somos “paraitos” donde quiera que nos toca ir o estar, aún en las mayores adversidades sabemos dar la cara y salir adelante. También nos acompaña una gran creatividad, venimos de una parte del mundo con muchos problemas, y quién mejor para resolver los problemas que quien los conoce a fondo.
¿Si pudieras hablar con tu yo de 12 años, qué le aconsejarías?
Que confíe en ella, que no permita que las circunstancias en que ha nacido y su contexto la definan.
Que confíe en esa voz interior que ella escucha y que no permita que las injusticias del mundo cierren su corazón.
¿Qué tipo de creencias limitantes venciste para llegar a donde estás ahora?
Dejar de pensar que el triunfo es solo para personas que han nacido y se han desarrollado en un contexto privilegiado (poder económico, social o político).
Renunciar a creer que el trabajo duro es igual a prosperidad económica, identificar nuevas maneras de trabajar inteligentemente. Reconocer que el mundo no lo cargo sobre mis hombros, que no estoy sola, que siempre estoy siendo guiada, saber que algo mayor que yo me sostiene, que no tengo que contar solo con mis propias fuerzas.
¿Cuál crees que es la clave para formar un buen equipo?
Tener claro los procesos internos, las funciones y tareas definidas. Dedicar tiempo a encontrar los colaboradores adecuados y en vez de gestionarlos o mandar, liderar el proceso y acompañarlos a crecer junto a ti. Este es el gran desafío de todo negocio, es una tarea bastante ardua que debemos estar dispuestas a llevar con entereza.
¿Quiénes son tus mentores y cuál ha sido su papel en tu desarrollo?
Mi mayor mentora ha sido mi madre, ha sido roca, fortaleza e inspiración desde que era una niña y no se hablaba de emprendimiento en aquellos tiempos. Ella me enseño que una mujer puede ser libre, independiente y elegir su destino. También siempre me ha impulsado a abrirme camino, que llegue más lejos de lo que ella ha podido hacerlo.
¿Cuáles son los aspectos más importantes que debemos evaluar antes de emprender?
Diría que hay tres aspectos que definen los inicios y la permanencia de un emprendimiento:
Compromiso
Disciplina
Determinación
Compromiso, disciplina y determinación para resolver todos los desafíos del día a día, los emprendedores somos simplemente solucionadores de problemas.
¿Cómo manejas la motivación y la disciplina?
Me mantengo enfocada en lo que mueve mi corazón cada día y cada semana evalúo, establezco intenciones, compromisos. Siempre digo que el compromiso supera la motivación, la motivación son unos segundos lo que nos ayuda realmente a preservar es un compromiso con algo más grande nosotras mismas.
Las palabras que me definen son: libertad, felicidad, paz mental, honestidad, integridad, ética de trabajo
¿Cuál es la mejor pregunta que te han hecho o te podrían hacer?
¿Cómo puedo aprender a ser libre? Es la mejor pregunta, porque desde ahí ponemos todo en perspectiva para ser quienes vinimos a ser en esta tierra.
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