Si te cuesta concentrarte en una cosa a la vez y constantemente estas posponiendo tus responsabilidades por eventos con más ‘Urgencia’, definitivamente este Blog es para ti…
Mucho se habla de la motivación y lo importante que es para poder encontrar el éxito. Idealizamos el momento en el que un día nos despertaremos con todas las ganas de dedicarnos a aquello que tanto queremos hacer, pero que por alguna razón no hemos comenzado. Sin embargo, siempre me ha llamado la atención como pretendemos que de forma mágica esa motivación llegue a nosotros y no le prestamos atención a los hábitos que no nos permiten llegar a ese estado de enfoque para llevar a cabo nuestros objetivos.
Uno de los principales culpables de la perdida de motivación es el hábito de la procrastinación y en la medida en que aprendamos a reconocerlo y controlarlo, podremos alcanzar un nivel de productividad mucho mayor.
¿Por qué procrastinamos?
Una de las razones principales por las que procrastinamos es porque sentimos ansiedad o incomodidad por la actividad que debemos realizar. Es por eso por lo que nos hemos convertido en expertas en encontrar otra actividad que sea más urgente y que pueda de forma “justificada” reemplazar aquella que en el fondo sabemos que tiene prioridad. Pero todo esto, es un juego que a nuestro cerebro le complace jugar porque nos da una sensación de tranquilidad temporal ante la ansiedad, miedo o inseguridad que nos genera esta situación.
¿Cuál es el secreto para dejar de hacer mañana lo que podemos hacer hoy?
1. IDENTIFICA Y RECONOCE
Lo primero que debemos hacer es aprender a identificar esta situación cuando esta sucediendo. Cuando sabes que es la hora de realizar una tarea o actividad que te has planteado y te descubras intentando conseguir una excusa para no hacerlo, es allí cuando debes ser consciente de lo que sucede e implementar un plan de acción previamente ideado para evitarlo.
2. PLANIFICA Y COMPROMÉTETE
Una de las formas más eficientes de asegurarnos de llevar a cabo nuestras metas diarias es la planificación, haz una lista de las cosas más importantes que debes hacer mañana y asegúrate de que sea realista, sin exagerar en el número de actividades que realizaras o en el tipo de resultados que conseguirás.
Una vez que establezcas tus prioridades, entra en juego la parte más importante que es el compromiso que haces contigo misma, de cumplir tu palabra cuando llegue el momento de hacer cada tarea. Esta costumbre fortalecerá la confianza que tenemos en nosotras y el valor que le damos a nuestra palabra, sabiendo que un compromiso con nosotras mismas es igual de importante a uno adquirido con cualquier otra persona. El fortalecimiento de este hábito será tu mejor herramienta para vencer la procrastinación.
3. ENTRA EN ACCIÓN Y ESTABLECE LIMITES DE TIEMPO
Entiende que el poder de decisión solo lo tienes tu, intenta reducir cada vez más el tiempo que le dedicas a pensar, dudar y buscar excusas para ejecutar tu plan y ¡ponte en acción!. Durante tu fase de planificación, asegúrate de asignarle un tiempo a cada actividad, acepta el hecho que muchas veces no podrás terminar un objetivo en un día y de esa manera evitaras entrar en un estado de ansiedad por no poder culminar una tarea y ponerla en pausa, una vez el tiempo establecido se haya terminado.
Para reflexionar…
Piensa en todas las veces que pospusiste algo y en cómo te sentiste una vez que finalmente lo hiciste. Muchas veces la parte más importante es empezar, así que corta el vicio de pensar - conseguir una excusa – posponer - hacer y reemplázalo por planificación-compromiso y acción.
Ahora ve, ponte en acción y llega tan alto como quieras.
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